Fotografía documental de familia, ¿de qué estamos hablando?
¿Cuántas veces nos pasó de estar viendo un álbum familiar y darnos cuenta de que esa foto ya la habíamos visto? Quizás no la misma; los rostros eran los mismos, pero las poses, los encuadres, el entorno, todo nos remitía a fotos vistas hasta el cansancio.
Reminiscencias de otros tiempos, de otras miradas,de otras costumbres, de otras concepciones de lo que estaba bien y de lo que no estaba bien mostrar en una foto. Colores, vestimentas, adornos, objetos, escenas totalmente ordenadas, pulcras, sin manchas, sin llantos ni berrinches. Fotos posadas para la posteridad. Sin embargo, ¿eran reflejo de la vida real o más bien construcciones idílicas de familias y relaciones de "película"?
La vida real no es una pintura, estática, pulcra, "divina". La vida es real cuando hay grises, no sólo blancos y negros. Cuando hay cosas fuera de lugar, situaciones que se nos escapan de las manos, cuando hay chicos jugando, gritando, haciendo berrinches, corriendo, riendo, en definitiva siendo ellos mismos y no una imagen que los adultos queremos mostrar. Por eso, y a eso apunta la fotografía documental de familia: mostrar familias reales, en entornos reales, en situaciones reales y con desenlaces reales. Sin cambios de ropa "para la foto", sin maquillaje tipo Hollywood, sin rigideces ni posturas. Hombres, mujeres y niños, reales, viviendo su vida sin estereotipos.
Espontaneidad, sencillez, sin posturas ni poses. Eso busca mostrar el Documental de Familia, y lo podemos lograr, dejando para las familias un recuerdo que pasará de generación en generación, y que será recordado por siempre.
¿Te animás? ¡No te vas a arrepentir!